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  • Lot n° 127 JERONIMO JACINTO DE ESPINOSA Cocentaina (1600) / Valencia (1667) "San Nicolás de Tolentino" Óleo sobre lienzo. Bibliografía de referencia: - Pérez Sánchez, A.E., “Jerónimo Jacinto de Espinosa (1600-1667)”, catálogo de exposición, Generalitat Valenciana, Valencia, 2000.   - Marco García, V., “Pintura Barroca en Valencia (1600-1737)”, CEEH, Madrid, 2021.   Jerónimo Jacinto de Espinosa fue la figura más importante de la escuela valenciana de pintura en las décadas centrales del siglo XVII. Sus obras fueron muy apreciadas desde antiguo, siendo su presencia muy frecuente entre las grandes colecciones de la nobleza. A rasgos generales se caracterizan por el naturalismo heredado de Francisco Ribalta y el empleo de un tipo de iluminación fuertemente contrastada, en las que sus personajes destacan sobre un fondo neutro. Estos están dotados de un gran sentido naturalista, pero al mismo tiempo de una solemne y severa gravedad, consiguiendo crear unos tipos muy personales de noble apostura y muy humana calidad como puede apreciarse en esta obra inédita que representa a san Nicolás de Tolentino. En ella destaca el espléndido retrato que caracteriza a san Nicolás de Tolentino, resuelto en clave naturalista y, seguramente, tomado por el pintor de un modelo vivo, ya que se aleja de las representaciones convencionales del santo. Por sus detallados rasgos fisionómicos y la expresiva mirada que reclama la atención del espectador, parece que se trata de un retrato “a lo divino” de algún personaje de la sociedad valenciana que fue coetáneo a Espinosa. Encontramos también en esta obra la técnica característica del pintor, con una pincelada suelta y pigmentos muy diluidos que dejan aflorar sobre la superficie la preparación rojiza del lienzo. Estas características estilísticas se corresponden con la etapa madura del pintor, pudiendo estar ejecutada en los años centrales de la centuria. Quizá sea una pintura realizada entre 1648 y 1652, fechas en la que Valencia sufrió el azote de dos epidemias de peste. En este sentido no hay que olvidar el hecho de que san Nicolás de Tolentino es conocido por ser el patrón de las almas del purgatorio, pero en épocas pasadas se le invocaba como protector de esta enfermedad. Espinosa lo muestra en esta composición conforme a su iconografía tradicional: vistiendo el hábito negro de la orden de los agustinos sobre el que luce una estrella dorada, portando un lirio en alusión a su castidad y una perdiz sobre un plato. El ave es símbolo de su austeridad y alude al episodio de su vida en que, enfermo por haberse negado a comer varios días, sus compañeros le ofrecieron unas perdices guisadas que posteriormente devolvió a la vida, convirtiéndose en uno de sus milagros más conocidos. La estrella del cielo fue la que vio en sueños como presagio de su santidad, que se elevó en el lugar donde había nacido y luego se dirigió a Tolentino para posarse sobre el altar del oratorio donde celebraba misa diariamente y hacía sus oraciones.   Medidas: 132,5 x 97 cm.
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